27 abr 2005

Matrimonios y Casamientos

Me resulta harto divertida la polémica generada a raíz de la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo. Me resultan hilarantes los argumentos de aquellos que se oponen al mismo, y desde esta tribuna querría responderles.

Amigos retrógrados: Matrimonio viene de "madre" y todo lo que vuestras mercedes deseen. Pero no podemos ser esclavos de las palabras, porque por esa regla de tres, un abogado sería alguien a quien llamamos (de ad vocatum) y nada más, y no debería permitirse a los licenciados en Derecho adoptar ese nombre. El matrimonio en su origen era un sacramento de índole puramente y exclusivamente religiosa. Una unión de un hombre y una mujer ante Dios y la Sociedad, que permitía servir de contrato para contraer (valga la redundancia) determinados derechos y deberes de forma equitativa (los derechos los "contraía" el hombre y los deberes la mujer.)
Pero todo esto dejó de tener sentido cuando se instauró el matrimonio civil, ya que no tiene sentido religioso, ni media un párroco ni es ante Dios ni nada de nada. Por tanto, el matrimonio civil, es una mera unión entre dos personas, sin la intervención de Dios ni de ninguno de sus comerciales en la Tierra. Por tanto, la Iglesia en esto ni pincha ni corta, ni debe pinchar, ni debe cortar. Porque afortunadamente, en España hace muchos años que Iglesia y Estado van cada uno por su lado, y la creencia es cosa de cada uno, y el que nos gobierna ya no está aquí "por la Gracia de Dios", como ponía en las monedas. De veras que lamento mucho que les pique que la Iglesia no mangonee en los asuntos sociales y del Estado como ha hecho durante cientos de años, pero es que las cosas han cambiado mucho y seguirán cambiando. Despierten o perderán su tren.

Amigos eclesiásticos y simpatizantes: Hagan con su vida lo que les salga de las narices, y dejen vivir la vida a los demás, a quienes no comulgan, ni con hostias, ni con ruedas de molino. Excomulguen si quieren a los gays católicos que se casen, y también a las jovencitas católicas que no lleguen vírgenes al matrimonio (con los jovencitos no pasa nada), y a todo aquel que no siga los rígidos preceptos de la Iglesia. Y dentro de poco no serán ni cuatro gatos. A los que no creemos en Dios y muchísimo menos en la Iglesia, déjennos en paz, que nos pongamos condones, abortemos, follemos cuando, donde, como y con quien nos dé la gana, y si alguno es homosexual (no es mi caso), que se case con quien le salga de las narices y ustedes dejen de tocarnos las mismas. Preocúpense de gobernar a sus fieles, que el Arca de Noé hace aguas y se les va a pique como sigan mirando a quien no les cae simpáticos, en vez de a sus seguidores. Y al que no les caiga bien, échenlo de su club elitista y sectario y SANTAS pascuas, o SAN Seacabó, pero déjennos a los demás en paz.

1 comentarios. Deja alguno tú.:

Nacho dijo...

Pues mucho podría decirse acerca de este tema. Yo jamás diría que una persona es mejor o peor por sus apetencias sexuales. Uno puede excitarse sexualmente con los de su sexo, con los del sexo opuesto, con un caballo, o con un perro. Eso es una elección de cada cual, del mismo modo que a algunos les gusta el batido de chocolate, y a otros de vainilla.

Ahora bien, otra opinión me guardaré cuando alguien afirma ser "una mujer en cuerpo de hombre" o viceversa. Pero no por ningún tipo de fobia, sino simplemente por coherencia. Decir que uno es lo que manifiestamente no es, suele ser síntoma de algún tipo de desequilibrio. Y si yo voy por ahí diciendo que yo nací pato en cuerpo de persona, y me opero para ponerme pico, plumas y pies palmeados, nadie dudaría de que estoy como una regadera. Pero claro, los patos no tienen derechos sociales en nuestra sociedad y las mujeres sí, por eso si digo que soy mujer en cuerpo de hombre, y me hago operaciones quirúrgicas con el mismo fin, nadie pondrá en tela de juicio mi salud mental. El problema es que no suele entendérseme que cuando digo esto, y suele pensarse que "pensar que se es mujer es estar loco". No. Lo que es a mi entender síntoma inequívoco de estar como un cencerro es decir que se es lo que no se es. Y si uno tiene cromosomas XY, le guste o no, es un tío de los pies a la cabeza. Ni mujer, ni pato, ni rana. Un ser humano de sexo masculino.

Y ojo, que ningún lector de esos que leen por encima con poca atención me malinterprete. Yo en ningún momento me he manifestado en contra de nadie. Si un hombre se siente mejor poniéndose tetas como sandías, como si se siente mejor cubriéndose el cuerpo de plumas, que lo haga. Mientras no se meta con nadie, que haga lo que venga en gana.

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